Una de las cuestiones que ha aportado la crisis del coronavirus –si es que puede extraerse algo positivo de ella– ha sido el incremento en muchas personas de la preocupación por la higiene y la limpieza. Esta corriente no solo apuesta por viviendas o puestos de trabajo como espacios libres de virus y bacterias, sino que también afecta a otros lugares como los coches, donde habitualmente pasamos más tiempo del que pensamos.
Para ayudarte con esta tarea, si no tienes más remedio que conducir en este tiempo de cuarentena, hemos elaborado esta pequeña guía con la ayuda de nuestros amigos de Autodiésel Valle, taller mecánico Sevilla, para que mantengas tu coche limpio y libre de virus. La «Guía de buenas prácticas en los centros de trabajo» del Ministerio de Trabajo también puede ayudarte pues, en la medida de lo posible, hay que ponerla en práctica también en los vehículos. ¡Tu protección y seguridad son lo más importante!
Lo primero que hay que tener en cuenta es que para llevar a cabo la limpieza y desinfección del coche hay que colocarse las correspondientes mascarillas y guantes homologados, si no, es posible que no cumplan con su función de protección. Posteriormente, comenzamos limpiando las llaves del coche con un paño (de usar y tirar) y alcohol o líquido hidroalcohólico.
Tras limpiar las llaves llega el turno de frotar igualmente los tiradores de las puertas y la palanca de cambios (por ese orden). A continuación, haremos lo propio con las palancas, todos los botones del salpicadero y la palanca del freno de mano. Terminaremos este repaso limpiando la manilla interior de las puertas y de los compartimentos de la guantera.
Si eliges llevar tu coche a un taller o centro especializado para que lo limpien profesionalmente, debes vigilar que desinfecten el vehículo tanto a la llegada al taller como en justo antes del momento de la entrega. Si se va a enjabonar y lavar durante este proceso, el agua debe estar a más de 60 grados de temperatura para que elimine los componentes orgánicos nocivos.
Uno de los elementos más “sensibles” en todo esto son las alfombrillas, pues son lugares donde el polvo y la suciedad se acumulan con mucha frecuencia. Para limpiarlas, lo mejor es sacudirlas, cepillarlas y aspirarlas debidamente protegidos en un lugar apartado del coche. En caso de que sean alfombrillas de goma, la mejor opción será lavarlas con agua caliente y jabón. Tanto en este segundo caso, como en las alfombras textiles, hay que terminar rociándolas con un líquido desinfectante. Eso sí, si el vehículo se va a quedar en el taller mecánico por algún motivo, es más que recomendable utilizar fundas protectoras para el volante, las palancas, asientos y, por supuesto, alfombrillas.
En cuanto al salpicadero, otro de focos que acumulan bacterias dentro de un coche, deberá limpiarse mediante una bayeta especial de microfibras y algún producto específico. Las rejillas, por su parte, tendrán que limpiarse mediante una aspiradora y pincel. Mención merecen las ventanillas, pues son uno de los lugares más expuestos al contacto con el exterior al subir y bajarlas. Para su limpieza, no hay nada mejor que productos desinfectantes y, a continuación, pasar un trapo con líquido abrillantador de cristales. Para finalizar la limpieza del vehículo, se puede aplicar un tratamiento con cañón de ozono, un aparato que sirve para romper las moléculas presentes en el aire, lo que elimina malos olores, bacterias y virus presentes en el ambiente.